martes, 29 de mayo de 2012

HERMANO MUNDO

Los sistemas religiosos tienden a crear espacios propios, alejados del “mundanal ruido”, en el marco religioso, donde se escuche bien la voz de Dios. Pero el Evangelio quiere que la voz de Dios se oiga en medio de la aldea, en el bullicio de la vida ciudadana, en el centro mismo del caminar humano.
   Hay quien piensa que si se mezcla un creyente con el marco normal de la sociedad, su fe se diluye. Pero hay personas que viven mezcladas al hecho social manteniendo una fuerte identidad: los religiosos/as en barrios que se apoyan para vivir su experiencia creyente en contextos nada fáciles; los pequeños grupos parroquiales de catequesis de adultos que van, poco a poco, actualizando su fe en el silencio de su reflexión y de sus acciones; los grupos de cristianos que, sin pertenecer a una estructura eclesiástica, se reúnen con frecuencia en torno a la Palabra en las casas alimentando así su fe para vivirla en el marco de la ciudadanía.
   La vivencia de la Pascua habría de llevarnos a tener al mundo no por una realidad hostil sino fraterna, hermano mundo en el que yo puedo vivir mi fe. Esta visión benigna es necesaria para que entendamos que la consagración cristiana se vive en el marco común de la ciudad secular.


sábado, 26 de mayo de 2012

¿TRATAMOS BIEN A NUESTRO CUERPO?

Este fue el tema que abordamos este viernes pasado en la inauguración mundial del “Movimiento de Laicos y Capuchinos” de Zaragoza. Comenzamos cayendo en la cuenta de la paradoja que vivimos en nuestra cultura respecto al cuerpo: hay más obesos y más dietas que nunca; buscamos incansablemente aceptar nuestro cuerpo y nunca como hasta ahora somos tan meticulosos y perfeccionistas a la hora de comparar nuestro cuerpo con el canon de belleza imperante; se habla de culto al cuerpo y a la vez nunca se lo ha maltratado más con dietas excesivas, cirugías innecesarias, deporte de alto nivel que deja secuelas, vigorexia, trastornos alimenticios, etc.
Pero también descubrimos los grandes valores del cuerpo. No sólo la salud, sino también todo lo que nos enseña el cuerpo si sabemos escucharle; el gran regalo que supone, porque gracias a él podemos expresarnos, podemos acceder a todo lo que la vida nos ofrece, podemos gozar de cada detalle de la existencia, manifiesta nuestra persona y sobre todo gracias al cuerpo “somos”.
También nos dimos cuenta que el cuerpo es el gran maestro que nos enseña que somos limitados, que debe ser uno de los grandes aprendizajes de la vida; y con ese aprendizaje somos capaces de comprender también las limitaciones de los demás. Limitaciones qué tanto nos hacen sufrir cuando las estamos viviendo, pero que una vez pasadas, al volver sobre ellas descubrimos todo lo que nos han aportado.


Ya casi al final nos fijamos en esta fotografía, donde un hombre besa y acaricia a su mujer con Alzheimer. En esa imagen veíamos como el hombre es capaz de ver a la persona como un todo, más allá de sus limitaciones corporales, cómo es capaz de sentir a su esposa más allá de su cuerpo.
Así es que estuvimos un grupo muy plural de personas, de distintas procedencias pero con mucha sensibilidad como quedó evidente en toda la reunión, llena de aportaciones con mucho sentido y profundidad: ¡¡fue muy reconfortante poder compartir ese rato con vosotr@s!! ¡¡Muchas gracias!! (Javier Morala, capuchino).

viernes, 25 de mayo de 2012

CAMINOS ESPIRITUALES

En nuestra cultura hay muchos caminos espirituales, lo que indica que la sed de espiritualidad sigue vigente: el camino de Santiago, donde muchas gentes buscan un encuentro consigo mismas, con la naturaleza, quizá con Dios, en maneras hondamente trascendentes y espirituales; el camino de quienes recorren campos y pueblos, en esa modalidad espiritual de “turismo rural”, que es una actividad contemplativa de la realidad; el camino de las espiritualidades orientales que, de una u otra manera, se hace presente en personas que quieren hacer un camino hacia su propio interior. Muestras evidentes de que la sed de espiritualidad sigue vigente.
   Quizá también los cristianos, que sabemos que Dios da su Espíritu, habríamos de acrecentar nuestro nivel de espiritualidad relativizando un poco más las formas religiosas. A la larga, para captar y vivir la realidad de Dios, que es Espíritu, quizá nos sea útil el camino de la espiritualidad. (Fidel Aizpurúa)


Necesitamos transformar esta dimensión de la trascendencia en un estado de permanente conciencia y en un proyecto personal y cultural. Debemos cultivar ese espacio y lograr que la sociedad, la cultura y la educación, a su vez, reserven espacios para la contemplación, la interiorización y la integración de la trascendencia que hay en nosotros. Hoy es posible que esta dimensión esté cubierta de cenizas, pues la cultura es extremadamente materialista y pobre de espíritu. Pero, a pesar de sus intentos de mitigarla o de desplazarla al ámbito de lo privado, la cultura no consigue apagar la trascendencia. (L. Boff, Tiempo de trascendencia, p.77)

domingo, 20 de mayo de 2012

LO ENTIENDO, PERO NO LO COMPRENDO

- A qué te refieres -se preguntará alguno.

- Pues a algo muy frecuente y que cada vez se entiende menos…

- ¡Ja!, estás de una claridad politicástrica.

- Esa palabra no existe.

- ¡Bueno!, pero me la invento yo, y sé lo que quiere decir.

- Vamos a ver: tú has visto, como yo, montón de parejas que se aman tiernamente y que se lo manifiestan por todas partes: en el metro, en el autobús, en el tren y en el avión, en la acera con poco o mucha gente, en medio de la calle, en el parque o en la esquina de un rincón, por todas partes… ¡Se aman!, ¡se aman!, se aman no hasta la saciedad, porque los besos son eternos e infinitos y los abrazos ya no abarcan más. No existe el tiempo. Ni la preocupación. Solamente existe el amor que los abrasa, y se casan. ¿Cuánto les dura el amor? Las quinielas juegan con un mes, tres meses, seis meses, un año, como mucho, para que se separen… ¿Se acabó el amor? "Se acabó el amor" dicen; pero lo que yo observo es que han dejando de besarse, de abrazarse, de interesarse y es posible que ni salgan juntos a la calle. Entiendo que se quieran con locura y que se lo expresen; comprendo que aparezcan nuevos intereses y que se enfríen los fuegos anteriores, pero que lo que antes lo era todo, ahora no signifique nada, que la locura de antes dé ahora paso a una razón muy fría y comedida que todo lo mira con lupa y le desagrada todo lo que antes era maravilloso… ¡No lo comprendo! Algo falla; algo no me cuadra. Que me lo expliquen, porque lo que veo es que o no había nada o todo era una farsa. (Paco Luzón)


sábado, 19 de mayo de 2012

¿CRISTIANIZAR O CRISTIFICAR?

Existe en muchos cristianos la idea de que, ante la secularización creciente de la sociedad, lo que hay que hacer es cristianizarla, volver al impulso perdido de la propagación de la fe. ¿Es posible un camino tal para nuestro momento presente, o hay que adquirir perspectivas nuevas más conectadas con el hoy social?
   La celebración de la Pascua habría de animarnos a sumar nuestro esfuerzo a todas aquellas personas e instancias que tienen por meta el modificar las estructuras sociales haciéndolas más justas, amparadoras y humanas. Es cuestión de desearlo de verdad y de decidirse a hacer.


Creemos que esos caminos nuevos se hacen imposibles si no se libra uno de la tiranía del número. Educados en esta dirección, creemos que si no son muchos, cada vez más, quienes nutran las filas de los cristianos, nuestra evangelización habrá fracasado. Nos reconfortan las iglesias llenas, las cofradías pujantes, las celebraciones abarrotadas, los números aún amplios de primeras comuniones, matrimonios por la Iglesia, confirmaciones y bautismos. No tenemos respuesta para el “después” de estos actos, pero el número amplio nos deja satisfechos/as. Mientras no creamos que el número no es lo que define la calidad de la fe, mientras no aprendamos aquello de ser “levadura en la masa” pretendiendo que toda la masa sea levadura, es muy difícil que se abran nuevas perspectivas a la evangelización. (Fidel Aizpurúa)

miércoles, 16 de mayo de 2012

¡VIVIR DESDE LA CONCIENCIA DE LA MUERTE!

Vivir muchas veces no resulta nada fácil; son tantas y tantas las ocupaciones que llevamos a cabo a lo largo del día que rara vez tenemos tiempo para “detener el reloj” y pensar seriamente en todo eso que estamos viviendo. Inmersos en esa vorágine de activismo, asediados por toneladas de información, viviendo relaciones “a la carta” que no comprometen; todo eso hace que muchas veces perdamos la referencia y la conciencia de nuestro vivir y de todo aquello que nos rodea. La vida se convierte de este modo en la sucesión de los minutos, horas, días, años… sin la menor conciencia de hacia dónde encaminar nuestros pasos vitalmente. La vida se convierte en la “rutina del día a día” y nosotros, en autómatas de la monotonía. No parece fácil romper con todo eso y, sin embargo, no sólo es posible, sino, en muchas ocasiones, es lo que marca la diferencia entre una vida plena y una muerte a oscuras.

Y tal vez sea esa misma muerte la que nos posibilite romper con la rutina sin sentido.

Es muy probable que todos, o muchos, nos hayamos encontrado en algún momento de nuestra vida con la muerte de un ser querido, y tal vez haya sido ese momento el que nos ha hecho tomar conciencia, al menos por tiempo, no sólo de la brevedad de la vida, sino también ha permitido darnos cuenta de en qué estamos “malgastando” nuestro vivir. Permanecemos dormidos completamente más de la mitad de nuestro tiempo y, sin embargo, nos consideramos sabios y tenemos, sobre lo que nos rodea, un orden establecido que nos permite vivir la falsa ilusión de que todo funciona.

¡Hay que despertar! (y cuanto antes mejor). Invitar a la vida no es sólo una invitación a seguir respirando o latiendo nuestro corazón. Invitar a la vida es, en palabras de H. D. Thoreau, “marchar a los bosques para vivir sin prisas, para vivir intensamente y sorber todo el jugo a la vida. Abandonar todo lo que no sea vida, para que no descubramos, en el momento de nuestra muerte, que no hemos vivido”. Es hacer de cada minuto que vivimos, de cada día que amanece, de cada encuentro que tenemos… el último de nuestra vida, tal vez así, seamos capaces de vivir plenamente y de dar las gracias a Aquel que nos permite amanecer cada día. (Enrique García)



martes, 15 de mayo de 2012

NO DIGAS: PADRENUESTRO...

No digas “Padre” si cada día no te portas como un hijo.
No digas “Nuestro” si vives aislado y siendo un egoísta.
No digas “que estás en los cielos”, si sólo piensas en las cosas de la tierra.
No digas “Santificado sea tu nombre” si no lo honras.
No digas “Venga a nosotros tu reino”, si lo confundes con el dinero.
No digas “Hágase tu voluntad” si no la aceptas cuando es dolorosa.
No digas “Nuestro pan dánoslo hoy”, si no te preocupas de la gente sin pan y cobijo.
No digas “Perdona nuestras deudas” si no eres capaz de perdonar a deudores.
No digas “No nos dejes caer en la tentación” si tienes la intención de seguir pecando.
No digas “Líbranos del mal” si no tomas partido contra el mal.
No digas “Amen” si no has tomado en serio estas palabras

sábado, 12 de mayo de 2012

PASCUA GLOBAL

Desde una perspectiva religiosa, los creyentes pensamos que la Pascua es una “fiesta de los cristianos”. Pero, desde la perspectiva evangélica, la Pascua es algo que afecta a todo el hecho histórico, a toda la humanidad. Por eso, podemos hablar de una “Pascua global”, de una realidad que no puede ser privatizada por nadie. No reduzcamos la vivencia de la Pascua a una práctica religiosa cristiana. Es un movimiento de vida que engloba a toda la realidad histórica. Una Pascua global para dicha de todos/as. (Fidel Aizpurúa)


Seamos libres y descubramos, de una vez por todas, que vivimos, y cada vez viviremos más, en la ciudad de todas las culturas. Y no vivamos esto como un mal inevitable, sino como la superación del final hegeliano de la historia. La homogeneidad no es el final de la historia, puesto que el estallido de la diversidad es una etapa superior, desde el punto de vista cultural, religioso, psicológico y antropológico. Vivir en la diversidad supone mayor madurez y mayor riqueza para la condición humana. Vivir en la supuesta homogeneidad comporta una estrechez de miras y una mayor pobreza cultural, porque, mientras que la diversidad nos permite adentrarnos en la inmensidad del “humanum”, que es el atrio de la divinidad, la homogeneidad reduce el universo humano a un patio de colegio. (J. Sols, La ciudad de todas las culturas, p.26-27)

jueves, 10 de mayo de 2012

PASCUALADA 2012: Caminando junto a la hermana luna

Una treintena de jovenes nos juntamos en Orito para celebrar la Pascualada de este año. En esta ocasión nos acompañó Clara de Asís, en los textos de reflexión, la Vigilia y las oraciones del fin de semana. Han sido momentos intensos de compartir, conocer y disfrutar de la compañia de todos. Ponemos la foto de grupo y os animamos a participar el año que viene.

SONETO A FRANCISCO

“Un Beso de tu Boca”, el dulce Viento
lo llevó almidonado hasta el sueño
transversal de un caballero sin dueño,
que hunde su espada sin remordimiento.

En el hondón de la angustia esperpento,
se forja un nuevo hombre de Paz, pequeño,
carne de evangelio en siglo de leño,
para fundir vértices sin aliento.

Y vio Dios su gran hermandad fraterna,
¡Espina de amor! para el Poverello.
Y su Pianticella..., una oración tierna.

Cruz en carne viva crucificada,
sonríe el siervo en “perfecta alegría”,
para morir en tierra enamorada.

Jesús Mª García

lunes, 7 de mayo de 2012

PASCUA DE URBASA 2012: "La casa se llenó de perfume".


Este año quisimos mirar la pasión desde el punto de vista de las mujeres, y los perfumes atravesaron la Pascua. Por la mañana oración y una dinámica (presentación, desierto y Emaús); y por la tarde catequesis, preparar la celebración y celebrar. Por la noche la oración del huerto o de la cruz. El jueves nos preguntamos si cabe la medida en cuestiones de amor; el viernes la cuestión planteada era qué mirada nos sana; y el sábado quién nos quitará la piedra. Preguntas que nos ayudaron a adentrarnos en el sentido de cada día. Con menos gente que el año pasado y ya con experiencia de una Pascua en Urbasa pudimos vivirla más por dentro. El tiempo no acompañó pero la calefacción de la casa y las ganas que pusimos todos solventó el inconveniente. Y para terminar cansancio pero una vivencia personal y muchos amigos de Totana, Madrid, El Pardo, Gijón, Tudela, Logroño o Zaragoza. Un abrazo a todos y ¡feliz resurrección!