domingo, 20 de mayo de 2012

LO ENTIENDO, PERO NO LO COMPRENDO

- A qué te refieres -se preguntará alguno.

- Pues a algo muy frecuente y que cada vez se entiende menos…

- ¡Ja!, estás de una claridad politicástrica.

- Esa palabra no existe.

- ¡Bueno!, pero me la invento yo, y sé lo que quiere decir.

- Vamos a ver: tú has visto, como yo, montón de parejas que se aman tiernamente y que se lo manifiestan por todas partes: en el metro, en el autobús, en el tren y en el avión, en la acera con poco o mucha gente, en medio de la calle, en el parque o en la esquina de un rincón, por todas partes… ¡Se aman!, ¡se aman!, se aman no hasta la saciedad, porque los besos son eternos e infinitos y los abrazos ya no abarcan más. No existe el tiempo. Ni la preocupación. Solamente existe el amor que los abrasa, y se casan. ¿Cuánto les dura el amor? Las quinielas juegan con un mes, tres meses, seis meses, un año, como mucho, para que se separen… ¿Se acabó el amor? "Se acabó el amor" dicen; pero lo que yo observo es que han dejando de besarse, de abrazarse, de interesarse y es posible que ni salgan juntos a la calle. Entiendo que se quieran con locura y que se lo expresen; comprendo que aparezcan nuevos intereses y que se enfríen los fuegos anteriores, pero que lo que antes lo era todo, ahora no signifique nada, que la locura de antes dé ahora paso a una razón muy fría y comedida que todo lo mira con lupa y le desagrada todo lo que antes era maravilloso… ¡No lo comprendo! Algo falla; algo no me cuadra. Que me lo expliquen, porque lo que veo es que o no había nada o todo era una farsa. (Paco Luzón)


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