sábado, 18 de enero de 2014

YO LO HE VISTO

   Es ésta una frase que he  escuchado durante años y que ahora me llama la atención o más bien me choca: “Yo lo he visto y… doy testimonio”. Por un lado como maestra: con mucha frecuencia los niños te expresan la necesidad de que los creas de ese modo ante algo que les sucede: “¡¡¡Yo lo he visto, yo lo he visto!!! Y por otro lado, por el lado contrario, por lo que siempre nos han dicho que es la fe: “creer sin ver”. Y es cierto, pero… hasta un punto ¿no?
   Porque Juan lo ve, y ve la manifestación de Dios en su hijo en el bautismo, aunque no del todo cierta, Juan atestigua que Jesús es quién es. Y nosotros, los hombres, necesitamos ver, necesitamos ser como Tomás, tocar, ver y si no en el sentido físico y explícito de la palabra, sí en su sentido más amplio: experimentar, sentir, comprobar, vivir… tener experiencia. Cada día compruebo como los niños en clase viven una cierta frustración por lo que los mayores les pedimos que vivan y crean y no tienen ni idea de qué estamos hablando. En nuestros conciertos, al acabar, también se nos acerca mucha gente y nos comparte la gran cantidad de cosas “de Dios” que se cuestionan a pesar de que la Iglesia a través de los años les ha repetido que crean.
   Profundizando en la vida de santos de tanto renombre como San Francisco, descubrimos que él mismo tuvo la necesidad de sentir, preguntar, chillar, experimentar y tocar al mismo Dios. Por eso marcha al monte Alverna y se deja romper. Al final de esa experiencia puede decir como el mismo Juan, “yo lo he visto y doy testimonio”.
   Yo también lo he visto y lo he tocado y he dudado y le he chillado. Me he creado una experiencia de Dios hasta encontrarlo dentro de mí. Y ahora nadie me lo puede arrebatar. Vive dentro de mí en todo momento, haga lo que haga y la única diferencia en unos momentos u otros es que estoy atenta o vivo distraída del Dios que me habita. Yo antes no lo conocía… pero el que vive dentro de mí me llevó por senderos cada vez más profundos para darse a conocer. Para ello ha tenido que podarme y despojarme de cosas, personas, acontecimientos… y gustar a veces sólo de su Presencia.
   Para esta semana, feliz experiencia de su Presencia.

CLARA LÓPEZ RUBIO

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