viernes, 14 de noviembre de 2014

LOS PELIGROS Y TENTACIONES DEL CAMINO

Ante los peligros del camino, tenemos la tentación de sentarnos o ausentarnos (Pero esto sería huir por otro camino: y otros nos pasarían y pisarían). Necesitamos caminar, que es lo mismo que vivir. Caminar con otros (toda la humanidad) sin perder el sentido ni caer en la tentación de dejarse vencer por la soledad.

Voces me llaman
Voces me llaman y piden que ande
dentro de un silencio macizo.
Camino por un estrecho camino
peligroso de lados peligrosos.
(Hay que estar en lo que estamos).
Si no miro donde piso
puedo poner un pie en el vacío,
y si miro, para poner el pie
adonde debo, me mareo.
Haga lo que haga todo es expuesto.
¡Ah! Puedo hacer otra cosa, sentarme,
montarme en el camino
con las piernas colgando a cada lado…
¡Qué va! Tampoco puedo,
-no está permitido dejar de caminar-,
me pisarían la cabeza los que vienen detrás,
con sus botas de Fuego.
Esto de vivir es tan estrecho
que sólo cabemos uno.
¡Es la fila!
Por eso voy detrás de alguien,
o alguien viene detrás de mí.
¡Firmes!
¡Formen fila!
¡Arrestado el que rompa!
¡marchen!
Toda la humanidad en línea
y a tu lado no hay nadie,
vamos solos.

GLORIA FUERTES


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